"La felicidad es un deber moral"
(Sólo aprendiendo a convivir con el dolor se puede lograr la
felicidad)
"Los grandes
aprendizajes vitales ocurren después de haber sufrido. Y, si bien el dolor es
inevitable, cuando lo transitamos con toda la rabia, la pena o la impotencia
que trae, transforma. No se trata de vencerlo, sino de aprender a caminar con
él y, a la vez, asumir con valentía la obligación de ser felices."
“El sufrimiento, a diferencia del dolor, es una elección que
depende enteramente de las personas. Actitud, desapego, perdón, agradecimiento
y fuerza de voluntad son las "estrategias" que explora para enfrentar
duelos y pérdidas, enfermedades y decepciones. Se trata, dice, de desarrollar
una "inteligencia espiritual", un estadío superior del alma al de la
inteligencia emocional, enfocada en soltar y manejar las emociones.”
"Lo importante no es tanto lo que nos pasa, ya que no
hay nada más común y humano que el dolor, sino cómo enfrentamos -y qué
hacemos-con eso que nos pasa".
“La felicidad un deber moral, porque si no la asumimos como
tal, tenemos mil excusas para no alcanzarla y aferrarnos a lo que nos aflige.
Las personas felices no son aquellas que no tienen problemas. Son las que
decidieron levantarse hoy con una sonrisa inmensa en los labios y una pena
gigante en el alma. Esto refleja más una actitud que una realidad concreta.
Elegir disfrutar el presente es la única conciencia de felicidad que puedo
alcanzar. No puedo controlar nada más. Cuando todo el mundo siente que tiene la
obligación de dar lo mejor de sí, construye una mejor sociedad.”
“El dolor es algo inevitable y va a ocurrir igual. Pero
quien se arriesga a abrir esa encomienda, aprende. ¿Qué cosas? La valoración
del presente, la capacidad para agradecer, se aprende a tener una escala de
prioridades distinta y actuar en consecuencia. La vida se ordena. Aunque
también se puede aprender desde la felicidad. De hecho, es difícil tomar la
decisión de ser feliz si uno no ha sufrido. Pero lo que trae dolor es un
misterio que al inicio uno no logra descifrar. Ese misterio se vincula a
preguntas interiores. Al aumentar el espacio de preguntas, surge una invitación
al crecimiento. Hay un sentido transformador a descubrir. Porque, si no, uno no
sólo la pasa mal, sino que no entendió nada de la vida.”
“El dolor no se sana. Las penas grandes no se superan, y
muchas veces se reactivan y hay que caminar con ellas. Y en ese transitar hay
días buenos y malos. Pretender más que eso es darle al ser humano una
omnipotencia que no tiene o anhelar un ideal que no existe. No por el sólo
hecho de que el tiempo transcurra los dolores, que siempre deben ser respetados
y escuchados, decantan. Pero elegir ser feliz es un esfuerzo. Las maratones,
por ejemplo, muestran la necesidad del ser humano de hacer algo que cueste, de
probar los límites en relación a la capacidad de resistencia. Siempre lo que
más se disfruta en la vida es lo que más nos ha costado.”
“El apego es la mayor
causa de sufrimiento humano, porque con las tendencias posesivas, se sufre más.
Uno nace y muere solo y debe aceptar las partidas y las pérdidas, aunque nunca
se esté preparado para ellas. Esa habilidad se desarrolla en el camino,
macerando que quien se fue, siempre algo nos dejó. Y cuando uno entiende que
nada es nuestro y que el amor superior se antepone a uno, se es capaz de soltar
a pesar del desgarro. Es un salto de evolución. Creer, por ejemplo, que
nuestros hijos siempre nos van a sobrevivir, es esperar de la vida una
linealidad que no tiene. Nuestras seguridades no pueden estar puestas fuera de
nosotros.”
“Esta sabiduría cuesta un enorme esfuerzo. Yo estoy pasando
por un trance personal muy doloroso ahora, pero tengo la obligación de
trascender la etapa más primitiva de la rabia, el rencor o el dolor para poder
soltar, aprender, y seguir mi camino. Cuanto más rápido aprenda lo que esta
lección tiene para darme, más rápido la vida dejará de "molestarme",
aunque respeto mis tiempos. La inteligencia espiritual enseña que la gente que
es más feliz es la que le encuentra sentido a lo que hace y a lo que le pasa.”
“Creo que todo se puede perdonar. El perdón es un acto
egoísta. Es un regalo de liberación, que me hago a mí, para sacarme de encima
la sensación de daño. Después, podrá o no beneficiar a otro, que ya no forme
parte de mi mundo emocional. Pero la rabia y los rencores son las mayores
expresiones de la falta de libertad humana.
“En el caso de los familiares de víctimas de la inseguridad
el proceso de perdón que hay que hacer requiere de un corazón muy generoso y,
además, muy superior para poder visualizar el suceso en un contexto más amplio.
La finalidad es no quedarse eternamente en el por qué sino en el para qué.”
“Ésta no es una mirada demasiado benévola o idealista. Es
mucho más difícil lo que yo planteo, que
es raspar el alma de verdad para sentir que uno tiene capacidad de evolución.
Y, desde ese raspaje que duele y sangra, ver cómo uno trabaja sobre eso.
Pacientes con cáncer y sus familiares, que trabajaron conmigo en esta
investigación, lo hacen. Nadie dice que sea fácil. Y muchas veces se nos va la
vida en ese intento. Pero vale la pena el esfuerzo. Los seres humanos hablamos
mucho mejor de nosotros mismos cuando somos capaces de batallar contra nuestros
propios monstruos, que cuando cedemos a ellos. “
“Yo no me coloco ni en docta ni en sabia y hasta muestro mis
vulnerabilidades. Siento que no sé nada y por eso cualquier persona o
experiencia me enseña. Lo que trasmito es sólo lo que humildemente aprendí a
partir de investigaciones rigurosas en lo metodológico, que yo misma financio
sin urgencias, y que se nutren de múltiples miradas. No parto de ninguna
hipótesis. Me permito abrir un tema sin prejuicios, sin saber qué saldrá. Yo
estoy lejos de abrazar la sabiduría, pero en lo que investigo, intento ver cuál
es el camino de los más evolucionados.”
"Las personas felices no son aquellas que no tienen
problemas. Son las que decidieron levantarse hoy con una sonrisa inmensa en los
labios y una gran pena en el alma"
"Las penas grandes nunca se superan, y muchas veces se
reactivan y hay que caminar con ellas. Pretender más que eso es darle al ser
humano una omnipotencia que no tiene o anhelar un ideal que no existe".
Conceptos extraídos de:
http://www.lanacion.com.ar/1469072-pilar-sordo-la-felicidad-es-un-deber-moral
Me siento plenamente identificado con lo transcribes en estas ideas.El caminar por la vida es exactamente así en todos los puntos expresados. Feliz, es precisamente el que lo entiende. No hacen falta mas comentarios. Muchas gracias amiga Larah. Muchos saludos!
ResponderEliminarEl articulo me encantó, por eso lo subi a mi blog. Pero, que bien quedan las cosas en papel y que dificil es llevarlo a la practica. Mas cuando ese dolor tan grande te viene por un hijo...
ResponderEliminar