lunes, 2 de noviembre de 2009

LA MEJOR VOZ DE LA SELVA

Una vez llego a la selva un búho que había estado en cautiverio, le contaba a todos acerca de las costumbres de los humanos.
Contaba, por ejemplo, que en las ciudades los hombres calificaban a los artistas en competencias, a fin de decidir quienes eran los mejores en cada disciplina, pintura, dibujo, escultura, canto.......
La idea de transplantar costumbres humanas prendió con fuerza entre los animales y quizás por ello se organizo de inmediato un concurso de canto, en el cual se anotaron rápidamente casi todos los presentes, desde el jilguero al rinoceronte.
Guiados por el búho, que había aprendido en la ciudad, se decreto que el concurso se definiría por el voto secreto y universal de todos los concursantes, que serian de esta manera su propio jurado.
Así fue. Todos los animales incluido el hombre pasaron al estrado y cantaron recibiendo el mas o menos intenso aplauso de la audiencia. Luego anotaron su voto en un papelito y lo colocaron doblado en una gran urna que sostenía el búho.
Cuando llego el momento del recuento, el búho se subió al improvisado escenario y flaqueado por dos ancianos monos, abrió la urna para leer y comenzar el recuento de los votos universal y secreto y “ejemplo de vocación democrática “(como había escuchado decir a los políticos de las ciudades)
Uno de los ancianos saco el primer voto y el búho, ante la emoción general, gritó:
- El primer voto, hermanos, es para nuestro amigo el burro!!!!!

Se produjo un silencio, seguido de algunos tímidos aplausos.

- Segundo voto: burro ¡!!!!!!

.......??????........

- Tercero...... burro ¡!!!!!!!!

Los concurrentes comenzaron a mirarse, sorprendidos al principio, acusadoramente después y por ultimo, cuando proseguían apareciendo votos para el burro, cada vez mas culposos y avergonzados de sus propios votos.
Todos sabían que no había peor canto que el desastroso rebuzno del equino. Sin embargo, uno tras otro los votos lo elegían como el mejor de los cantores.
Y así sucedió que, terminado el escrutinio, quedo decidido por libre elección del imparcial jurado, que el desigual y estridente grito del burro era el ganador:
LA MEJOR VOZ DE LA SELVA Y ALREDEDORES
El búho explico después lo sucedido: cada concursante considerándose a si mismo el indudable vencedor, había dado su voto al menos calificado de los concursantes:
Aquel que no podía representar amenaza alguna a su propia proclamación.
La votación fue casi unánime. Solo dos votos no fueron para el burro: el del propio burro que nada tenia para perder y voto sinceramente por la calandria y el del hombre que (¿cuándo no?), voto por si mismo.
Estas son las cosas que hacen la mezquindad en nuestra sociedad. Cuando nos sentimos tan necesitados que no hay espacio para otros, cuando nos creemos tan merecedores que no podemos ver mas lejos de nuestro ombligo, cuando nos imaginamos tan maravillosos que no concebimos otra posibilidad que no sea poseer lo deseado, entonces muchas veces la vanidad, la miseria, la chatura, la estupidez, nos vuelve mezquinos.
Jorge Bucay

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