miércoles, 7 de marzo de 2012

LA VIDA ES LO QUE SE VIVE...

Infelicidad es acumular desperdicios.
La mayoría de las personas acostumbra dejar fuera
las oportunidades.
No consigue aprovechar el tiempo,
no valora el amor, no desenvuelve
la capacidad creativa.

Hoy, se habla mucho de desperdicios

materiales - como energía elétrica,água, dinero.
Pero la peor de todas ellas es el de la vida.
Quien se propone acumular dinero
pierde la oportunidad de convivir con el hijo,
como la persona amada y consigo mismo.

Quien se preocupa mucho con seguridad, ignora

las oportunidades profesionales y amorosas.
Muchos desperdician sus vidas coleccionando
bobadas.
Grandes colecciones de cursos sin terminar,
amores frustrados, proyectos engavetados,
centenas de libros no leídos, relaciones sin afecto,
zapatos no usados, casas de playa abandonadas.

Hay hasta quien sienta mas orgullo en mostrar su

colección de vinos que en saborearlos.
Son quinquillerías que ocupan o espacio
reservado a nuevas creaciones.
Por ejemplo, cuando sufrimos una desilusión
amorosa, esa frustración ocupa el espacio
de un nuevo amor.

Además de esto, las quinquillerías consumen

la energía necesaria para construir cosas
nuevas, y crean ilusiones del tipo: "si yo
me hubiera dedicado mas, el resultado
seria diferente". Pura ilusión.
Lo que ya fue, ya fue.
Lo importante es hacer la limpieza.
En casa, en el escritorio y, principalmente, en el corazón.

Pero no confunda: coleccionar quinquillerías

que no llevan a nada es completamente
diferente de coleccionar buenos recuerdos,
momentos de intimidad, superación de
desafíos, aproximación de amigos.
Así, es fundamental definir lo que es
importante y separar lo superfluo, para tener
una vida mas fluida.

Roberto Shinyashiki

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